Ante una comunidad (y los trabajadores no se escapan de eso), más empoderada y entendida de sus derechos, con un cambio climático que cada día golpea más fuerte las fuentes laborales, y con la incertidumbre planetaria de estar viviendo actualmente la pandemia más grave de los últimos 100 años, se hace mucho más necesario superar los estándares actuales de lo que se entiende, como trabajo. En este escenario, se vislumbra al diálogo social como un instrumento necesario y fundamental para cumplir con el nuevo concepto evolutivo de trabajo.
Concepto de Diálogo Social.
Según la Organización Internacional del Trabajo (desde ahora OIT), en específico el departamento de relaciones laborales y de empleo de la OIT, lo define como aquel que: “comprende todo tipo de negociaciones y consultas – e incluso el mero intercambio de información- entre representantes de los gobiernos, los empleadores y los trabajadores, sobre temas de interés común relativos a las políticas económicas y sociales”.
Tipos de Diálogo Social.
Las distintas clasificaciones del diálogo social se determinan según la naturaleza de las materias objeto del diálogo, por los sujetos u organizaciones que en él participan o por quienes son los encargados de tomar las decisiones o por el nivel de institucionalidad que tiene desarrollado o por la extensión geográfica de aplicabilidad que ella alcance o también según los tiempos en que aquél se lleve a cabo. Estas modalidades no son excluyentes y de hecho tienen lugar en forma simultánea o constituyen una combinación de dos o más de ellas.
1. Formal o informal: La clasificación entre un diálogo social formal o informal se define bajo el criterio si se encuentran regulados los procedimientos en la ley de las distintas instancias del diálogo social otorgando plazos legales, autotutela y concluyen generalmente en un contrato colectivo, lo que le otorga un carácter serio, permanente y continuo.
2. Orgánico e inorgánico: Esta clasificación distingue según si existen o no instituciones creadas para desarrollar y promover el diálogo social, sea directamente o indirectamente.
3. Bipartito, Tripartito y Multipartito: Será bipartito aquel proceso en el que participan solo dos actores de forma excluyente, los empleadores y los trabajadores con sus organizaciones representativas respectivamente. Será tripartita, aquel proceso en el que participan tres actores, los empresarios, los trabajadores y otro organismo que generalmente es el Gobierno, con sus organizaciones representativas respectivamente, es decir, el Gobierno se incorpora en los procesos de adopción de decisiones en que participan los empresarios y los trabajadores, en el marco de sus respectivos espacios de libertad, autonomía y soberanía, y será multipartito, aquel proceso en el que participan tres o más actores, siendo de naturaleza incluyente, en donde los empleadores y los trabajadores invitan a participar a otras organizaciones sin ser necesariamente vinculantes y que poseen profesionales especializados en las materias económicas, políticas o sociales que se van a discutir.
4. Monotemático y pluritemático: Será monotemático cuando se delimiten los temas respecto a una sola materia, como es el caso de los Consejos de Salario en Uruguay que tiene por objeto discutir sólo los aspectos económicos de las remuneraciones de los trabajadores. A su vez, será pluritemático, cuando los temas abarcan una variada gama de campos, como es el caso Europa con los Consejos Económicos y Sociales, donde se discuten todos los aspectos que tienen relación con el sistema de relaciones laborales.
5. Heterónomo o autónomo: Esta clasificación se da en función de quiénes forman las decisiones en el diálogo social, en un diálogo social autónomo, se lleva a cabo por las partes directas que la integran, esencialmente por los trabajadores y empleadores. Un diálogo social heterónomo es aquel en donde las decisiones son tomadas por terceros, es decir, por organismos vinculantes en donde el Gobierno asume un rol protagonista en el diálogo tripartito.
6. Consultivo, decisorio o ejecutivo: En esta clasificación, la información y las decisiones que se adoptarán una vez concluido el diálogo entre las partes, pueden tener distinta naturaleza, pueden ser de carácter consultivo sin ser vinculante como se da en el caso las conclusiones que toman los organismos nacionales o internacionales cuando efectúan investigaciones en temas laborales de relevancia nacional. Pueden ser de carácter decisorio cuando el objeto de su contenido concluyente sea poner fin a los temas discutidos en el diálogo, y este a su vez puede ser ejecutivo o no, a diferencia del consultivo que no es vinculante. Cuando las decisiones son ejecutivas, quiere decir que son efectuadas por resolución, fallo, decreto o ley emanado de algún organismo del Gobierno, se le atribuye a las partes la facultad para exigir el cumplimiento forzado de lo pactado.
7. Centralizado o descentralizado: Este tipo de clasificación tiene por criterio la territorialidad y/o el grado de organización del diálogo social. Es decir, el diálogo será centralizado en el caso que sea a nivel nacional y será descentralizado cuando solo se aplica a algunos territorios del país.
Etapas de diálogo social.
Son aquellos niveles en que se determinan los grados de intensidad y/o avance que pudiera marcar el instrumento de diálogo social. Estos son:
1. Información: Esta constituye el nivel básico o de menor intensidad de diálogo, pues se caracteriza por la ausencia de discusión real y de acción en torno a los tópicos de interés planteados por los actores.
2. Consulta: Esta etapa exige un mayor nivel de compromiso de los actores involucrados en el proceso del diálogo social, lo que supone obligarse en un procedimiento de búsqueda de acuerdos sobre las cuestiones planteadas.
3. Acuerdo: Aquí se materializa el más alto nivel de diálogo social, la negociación como una modalidad que consiste en tratativas entre empleadores y trabajadores, en torno a las condiciones de trabajo y salarios.
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